Antes de las elecciones municipales y autonómicas, el candidato Piñatus Tomás Goméz decía que en el caso de que ganara las elecciones abriría un banco público. Sobre esta misma cuestión, volvía Pedro Bofill – junto con varios abajo firmantes – en Por una política Socialdemócrata, artículo publicado el lunes pasado en el País.
Supongo que ambos, han olvidado un pequeño detalle: Ya el 51% del sistema financiero español es público de facto, controlado por los políticos y sindicatos: Las Cajas de Ahorro. Si hay algo que ha demostrado esta crisis, al menos en España, que la parte que está podrida de todo el sistema son ellas, incluyendo la ocultación de datos de las mismas por parte del Banco de España como los supuestos 1000 millones de agujero oculto en Cajasol o los tejemanejes que han existido con la CAM. Este sistema financiero público ha financiado dislates como el aeropuerto de Ciudad Real (Caja Castilla la Mancha).
Esta banca pública tiene su particular conjunto de hipotecas subprime, por mucho que aquí nos neguemos a llamarlas así, y según e presidente del gobierno «El sistema financiero español es quizás el más sólido» (sic) ha tenido que reestructurarse completo, fusionarse y convertirse en bancos. El Estado ha tenido que inyectar una morterada de millones en dichas cajas de ahorro fusionadas a través del FROB.
Esto no quita que en los bancos privados no hayan tenido también una gestión nefasta. La ventaja, es que pueden quebrar. En EEUU, por ejemplo, han quebrado más de 140 entidades desde el comienzo de la crisis, siendo la quiebra más espectacular la de Lehman Brothers. En el caso de una banca pública, como pasa con tantas otras empresas estatales (por ejemplo la RTVE antes de suprimir la publicidad), pues a presupuestos generales del Estado.
Ah, sr Pedro Bofill, el sistema financiero no está desregulado, es más es un oligopolio donde el Estado le da la ficha bancaria a quien le desea y es un organismo político, el Banco Central Europeo quien fija la política económica más importante: la monetaria. Y precisamente, esta política junto con la reserva fraccionaria es lo que hace de chispa a esta burbuja de crédito que está en el origen de esta crisis. Si hay algo que ha fallado, precisamente ha sido el Poder Público que tanto defiende: Sólo tengo que ver cual ha sido el funcionamiento del Banco de España respecto a las Cajas de Ahorro o la SEC en EEUU, para que a pesar del montón de regulaciones que tiene el sistema financiero – conmigo ya no cuela eso de «desregulación» -, haya estallado esta crisis.
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