Decir que Linux cambió el panorama de los sistemas operativos modernos, es una afirmación que se puede quedar corta. Pero a pesar de esta influencia, del centimetraje alcanzado en los distintos medios, de las grandes inversiones de muchas empresas, y de las claras ventajas frente a otros sistemas operativos, aún hay áreas en las que Linux no ha logrado –y quizás nunca logre—un papel tan fundamental como debería.
Pero antes de que los fanáticos y detractores del software libre utilicen este artículo a favor de sus tendencias, dejemos algo en claro: todo depende de como se evalúen los éxitos del mismo.
Y es que Linux ha ganado su batalla más importante en el mundo de los servidores, donde cada día son más los fabricantes de hardware que lo adoptan e incorporan a un número creciente de sus nuevos modelos. Esta batalla –en la que Windows apenas ha participado de manera muy tímida—la libró Linux contra sus propios orígenes –Unix—y la está ganando gracias a una concepción más moderna y abierta. La optimización de Linux para funcionar en servidores, es sólo una parte de las ventajas que le han permitido crecer, junto a la capacidad de atender tareas de misión crítica, una interoperabilidad muy sólida y los bajos costos de mantenimiento asociados.
Pero otra batalla emprendida por el sistema casi al mismo tiempo no le arrojó resultados parecidos: la pelea por los sistemas de escritorio. Los consabidos argumentos –de ser un sistema difícil de instalar y poco amigable de usar—han sido derrotados por varias distribuciones, en especial por la popular Ubuntu, y sin embargo el porcentaje de PCs que usan el sistema operativo se mantiene por debajo del 1%. Otros sistemas operativos han logrado mejores resultados, incluyendo el Mac OS X de Apple, pero en general todos los sistemas perdieron la oportunidad que significó el gran rechazo hacia Windows Vista. Los usuarios de PC, antes que cambiarse a otros sistemas, esperaron pacientemente a que Windows 7 saliera al ruedo para actualizar sus equipos.
Hoy día se libran batallas importantes en otras tres áreas: teléfonos inteligentes, PCs tipo tableta y netbooks. En todos ellos Linux tiene puesto un pie con alguna distribución, pero sólo parece llevar ventaja clara en lo que a teléfonos inteligentes se refiere, un nicho en el cual Android, un sistema desarrollado en base a Linux crece a ritmo endemoniado, y otras distribuciones –como Meego de Nokia e Intel—lucen como protagonistas importantes del futuro a corto plazo. A pesar de enfrentar a enemigos muy bien consolidados como lo son Symbian, Blackberry OS y OS X, entre otros, el futuro de los sistemas basados en Linux luce prometedor, especialmente en una época en que los teléfonos convencionales empiezan a ser reemplazados por teléfonos inteligentes, y los operadores telefónicos dependen cada vez más de los valores agregados para captar usuarios.
En lo que a tabletas PC se refiere, Linux podría lograr importancia también gracias a Android, aunque por el momento el mercado esté siendo dominado por el hardware de Apple –y por ende también el software– mientras que en lo que a Netbook se refiere, las cosas no lucen tan claras y aunque hay varias distribuciones con números importantes, Windows 7 Starter parece estar ganado la pelea, gracias al gran número de aplicaciones disponibles a las que el público está acostumbrado.
Por lo anteriormente descrito el crecimiento de Linux –y por ende el desarrollo de aplicaciones—se está concentrando cada vez más en aplicaciones para servidores y en aplicaciones para Android, dos mercados que han alcanzado una relevancia similar a la de Windows y Unix.
Pero hay otro segmento en donde el software libre está dando una gran pelea, aunque no sea a través de Linux: el de ofimática. Aquí OpenOffice y LibreOffice amenazan el largo reinado de la suite de oficina de Microsoft. Desde los lejanos días de WordPerfect, no se veía un competidor con opción de pelearle el lugar a Microsoft, pero recientemente las cosas parecen estar cambiando. Superado el impasse con Oracle que hizo pensar a algunos que OpenOffice podría terminarse –y que dio origen a LibreOffice—Microsoft ha colocado un video en YouTube titulado “A Few perspectives on OpenOffice.org” que deja claro que se le considera como un enemigo importante en el mercado de aplicaciones ofimáticas para empresas. Habrá que esperar a ver si esta tendencia se mantiene en el tiempo.