Hoy sobran razones para salir a la calle y gritar y reivindicar los derechos de los trabajadores. Porque si seguimos sólo indignándonos en bares y reuniones de amigos, la vida seguirá igual y el «a la calle» seguirá siendo la frase de los empresarios que despiden a sus empleados y se superarán los 5 millones de parados sin problemas.
Podemos ser agentes pasivos de nuestra vida o tomar partido, ¡yo voto por lo segundo! ¿te apuntas?