El año pasado, un tercio de las colonias de abejas en Estados Unidos, literalmente, desapareció. Operaciones comerciales de miel, previamente un hervidero de miles de abejas, cayeron de repente en silencio, dejando a los científicos y apicultores por igual rascándose la cabeza. Las razones siguen siendo sobre todo un misterio lo que se llama Colony Collapse Disorder-un desarrollo inquietante de la desecación de las colmenas en todo el mundo industrializado. Por desgracia, no hay mucho más que el problema de simplemente quedarse sin miel. Las abejas son uno de los más abundantes polinizadores en el mundo natural. Ellos son los olvidados, los facilitadores no pagados de las prácticas agrícolas humanas y han sido durante todo el tiempo que tenemos semillas cosidas. Su desaparición sería un desastre para nuestro suministro de alimentos, con un poco de la estimación de nuestra especie que dura sólo cuatro años sobre este planeta sin ellos. Entonces, ¿qué se puede hacer?
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