Max Eddy, encima en PC Mag, tiene un artículo muy interesante acerca de la experiencia de Nico Venta, de la empresa Wickr, hablando de cómo un agente del FBI casualmente se acercó a ella para preguntarle si había instalar puertas traseras en su software que permite al FBI para recuperar información. Como señala el artículo, así es como el FBI (mucho más que la NSA) ha actuado a muchas empresas de tecnología desde los intentos de tal mandato puertas traseras por la ley fracasaron (aunque, todavía están intentando). Algunas compañías – estúpidamente – de acuerdo con esto, mientras que muchos no lo hacen. Aquellos que lo hacen pueden pensar que están ayudando a luchar por «bueno», pero la realidad es diferente.
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