Como bien sabemos los profesionales especializados en Linux cotizan al alza, y cuanto mayor es su especialización, mayor es su caché. Es así porque la oferta supera a la demanda, pero también porque no es fácil llegar hasta ahí.
Un profesional de las TIC recién licenciado puede continuar su formación con un máster, para luego virar directamente hacia Linux preparándose para conseguir su primera certificación LPI. ¿Y después? Puede seguir con las diferentes certificaciones del Linux Professional Institute y/o especializarse en sistemas concretos como Red Hat o SUSE.
Sin embargo, el camino que hemos descrito no es recto, tiene mil bifurcaciones y forjarse en áreas concretas como seguridad, nube, virtualización… es la mejor vía de asegurarse un buen puesto de trabajo. Pero, ¿dónde aprende uno estas cosas tan específicas? Por ejemplo, en los cursos en línea de la Linux Foundation.
En Linux Foundation saben de el interés de muchos profesionales del sector por renovarse de cara a las tecnologías abiertas y aprovechan las circunstancias -en el buen sentido- para ofrecer unos cursos altamente especializados que suelen ser complementarios a las certificaciones mencionadas. Son cursos de tipo MOOC (cursos masivos en línea) en su mayoría que apenas duran unas horas repartidas en un par de días y cuyo precio oscila entre los 700 y los 3.000 dólares. Y tienen éxito, según parece.
Adicionalmente, Linux Foundation ofrece sus propias certificaciones, más avanzadas que las LPIC, al nivel de las certificaciones de Red Hat y SUSE, que exigen conocimientos más profundos del sistema: Linux Foundation Certified Engineer (LFCE) y Linux Foundation Certified System Administrator (LFCS). La inscripción de cada una cuesta 300 dólares, lo que da derecho a realizar el examen y si se necesita preparación, hay cursos disponibles a los precios señalados.
Una de las diferencias con las certificaciones que ya existían es que para realizar el examen se puede elegir entre Ubuntu, CentOS y openSUSE (a los curiosos les gustará saber que el 50% de examinados se decantan por la primera, el 45% por la segunda y las migajas para el camaleón; aunque al final todo es línea de comandos pura y dura).
Ahora bien, si los precios no están al alcance de todo el mundo, salir airoso del examen tampoco. La tasa de aprobados es inferior al 60%, y cabe repetir que hablamos de profesionales ya formados que buscan especializarse.