Los desarrolladores de KDE han anunciado el lanzamiento de Plasma 5.1, primera versión mayor de la nueva rama del escritorio, a cuyo debut asistimos el pasado julio. ¿Qué hay de nuevo? Veamos.
Plasma 5.1, sobra decirlo pero lo decimos, es una versión de suma y sigue, esto es, contiene numerosas mejoras a nivel de rendimiento y estabilidad, que en el estado temprano en el que todavía se encuentra el escritorio, son las verdaderamente imprescindibles. Asimismo presenta nuevas características y trae de vuelta algunas de las básicas que se echaban de menos.
Para comenzar, el apartado visual, con el conjunto artístico Breeze, introduce un nuevo tema que se adapta a la decoración de KDE 4, de manera que las aplicaciones se integren correctamente cuando se mezclan ambos mundos -algo que es inevitable si se quiere tener un entorno de escritorio completo, pues la gran marabunta de aplicaciones KDE aún no ha sido portada a Qt 5-. Por lo demás, muchos pequeños cambios aquí y allá que pulen lo que ya había.
Hablando de lo que ya había, Plasma 5.1 recupera plasmoides -ahora los llaman widgets– como la barra de tareas de solo iconos, el de notas y el de carga del sistema. Y de nuevo todos los elementos del panel han sido remozados, de la bandeja de sistema al complemento de portapapeles -habéis leído bien, portapapeles… Un segundo de silencio por Klipper…-, se ha añadido soporte para múltiples zonas horarias y un largo etcétera de detalles.
De todos, me ha llamado especialmente la atención un nuevo diálogo que ofrece alternativas a los widgets que estén en uso, siempre que haya una alternativa disponible, claro. Me explico: estás usando un widget de reloj digital y lo quieres analógico, lo que equivaldría a abrir el gestor de widgets y navegar en busca del adecuado. Ahora es más fácil, porque simplemente con hacer un clic derecho sobre el widget se mostrará una lista con las opciones disponibles para cambiar rápidamente.
Otras novedades de este lanzamiento incluyen mejoras en el soporte de Wayland, entre otros muchos cambios que encontraréis listados en la wiki de KDE.
Pero si lo que os apetece es probarlo, la mayoría de las grandes distribuciones están empaquetando ya Plasma 5 en sus repositorios principales. No obstante, desde aquí no os recomendamos instalar Plasma 5 junto con KDE 4 porque la mescolanza no es buena y tampoco vale la pena: a Plasma 5 -desde donde escribo estas líneas- le que camino por recorrer. Por el contrario, podéis echarle un vistazo con las imágenes en desarrollo de Kubuntu.
Me da la sensación de que Plasma 5 está cumpliendo con lo prometido, a pesar de que va a necesitar tiempo para estar al cien por cien. Y es que la competencia más fuerte la tienen en casa: la meta no es crear un buen escritorio, sino superar a KDE 4 en su estado actual, y eso les va a costar.