Este diciembre Mountain se ha posicionado en dos movimientos como una alternativa a tener muy en cuenta en el sector audiovisual profesional, presentando su primer portátil 4K y dejando claro que sus equipos están hechos para aguantar las producciones más exigentes.
Comenzamos por Iridium. Iridium es el último modelo en llegar al renovado catálogo de Mountain. Un portátil muy potente cuya característica más destacada es su resolución 4K, esto es 3840×2160 píxeles en una pantalla de 15,6 pulgadas. O sea, brutal. Aunque el resto de especificaciones técnicas -ver especificaciones completas- no le van a la zaga:
- Procesador Intel® Core™ i7 4710HQ
- 2x 4GB DDR3L 1600 SODIMM
- SSD 256GB M.2 550MB/s
- Nvidia GTX 970M 3GB GDDR5
Estas son las especificaciones básicas, que incluyen por defecto pantalla Full-HD (1920×1080), ampliable a WQHD+ (2880×1620) y 4K. También se puede ampliar memoria, almacenamiento y gráfica, a una Nvidia GTX 980M 4GB GDDR5. Todo en 2.6Kg de peso, que no está nada mal. Y como colofón, te instalan Ubuntu como Tux manda, si así lo deseas.
Se mire como se mire, impresionante. Pero de cómo se mira es donde vamos a poner el objetivo, porque cuando Mountain presentó hace unos meses el Graphite 20 -ahora se llama Cobalt-, un pequeño portátil con pantalla de 13 pulgadas y resolución QHD+ (3200×1800), nos hicimos la misma pregunta: ¿vale para Linux?
Sabemos que GNU/Linux y 4K, la “ultra alta definición”, se llevan a medias. Sin embargo, lo importante en este caso no es representar tal cantidad de píxeles en pantalla, sino hacerlo en pantallas de determinadas dimensiones. Se trata de otra suerte de problema relacionado al que denominamos como HiDPI, o alta densidad de píxeles, que se traduce en meter más píxeles en menor espacio físico. Sobre este tema hay mucha discusión, y es que no es solo si los escritorios de Linux se comportan mejor o peor a esas resoluciones; la pregunta es: ¿son necesarias esas resoluciones de órdago? ¿Se pueden aprovechar de verdad? Cuidado con la respuesta automática, porque si el mundo de la tecnología se caracteriza por algo, es por ir siempre hacia adelante. Es decir, las 4K jubilarán al Full-HD sí o sí, y luego vendrán las 8K y después lo que le siga.
Pero olvidamos en ocasiones que no todo es mercado de consumo y usuario final. Los productores de contenidos precisan de herramientas realmente potentes y es ahí adonde apunta Mountain. Las máquinas de la firma española están hechas para usuarios exigentes, ¿y dónde hay más exigencias que en el ámbito profesional? Desarrolladores, administradores de sistemas, diseñadores gráficos, músicos… Poniendo la antena en esta dirección, la perspectiva cambia.
De cara al profesional más exigente, el paso que ha dado Mountain con Iridium cobra solidez, pues no ha sido un paso, está siendo un paseo que comenzó con el portátil y ha continuado con la fuerza bruta de las workstation tope de gama, en torno a las cuales conseguía reunir la compañía a personajes destacados del sector audiovisual. La razón, poner a prueba sus equipos. El resultado lo podéis ver en el siguiente vídeo (y si tenéis la suerte de disponer de una pantalla 4K, en 4K, por supuesto).
De nuevo, impresionante. ¿Alguien se imagina usando semejante ‘bicharraco’ para jugar al Tetris? ¿Para entrar en Facebook y Gmail? ¿Para jugar en ultra al juego más ultra que exista? Hay trabajos que exigen eso y más.
Y en este caso Linux sí tiene mucho que decir. Tras las producciones más sonadas se esconde el pingüino en su forma completa, la de GNU/Linux, y así lo hemos visto en películas de la talla técnica de Avatar, Gravity, la trilogía de El Hobit o Interstellar. Al mismo tiempo hemos visto llegar herramientas como Lightworks, editor de vídeo de primera fila utilizado en películas de Oscar; los principales motores gráficos de última generación dan soporte a Linux, véase CryEngine 3, Unreal Engine 4 y Unity 5, entre otros… Y eso sin mencionar a Valve o Steam hasta este instante.
En definitiva, Linux ya tiene un papel relevante en el ocio digital que disfrutamos hoy en día, y va a ir a más. En ambos flancos, producción y consumo. Por lo tanto, la estrategia de Mountain con las 4K es la de adaptarse rápido a las circunstancias, porque las 4K ya están aquí, si no delante del telón, detrás.
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