Si todavía no conoces a KaOS, una distro de factura original, modelo rolling release y KDE como eje, deja que te cuente mi experiencia tras un par de meses de uso. Te puedo adelantar que KaOS, desde luego, no es para todo el mundo. Ni siquiera para casi todo el mundo, pero incluso bajo tal prisma, quedó en undécima posición en nuestra encuesta de 2014 y eso tiene mérito. ¿Merecido? Te presento a KaOS, “una distribución KDE liviana”.
Según explican en la página oficial: “KaOS nace con la idea de crear una distribución rolling release transparente y plenamente integrada en un escritorio moderno. KaOS, construida desde cero, está exclusivamente centrada en un solo entorno de escritorio (KDE), en un solo un toolkit (Qt) y en una sola una arquitectura (x86_64). Además, se realiza una cuidadosa evaluación y selección de las mejores herramientas y aplicaciones disponibles”.
Lo anterior significa, en esencia, que en KaOS vas a encontrar lo que vas a encontrar, y nada más:
- Software KDE / Qt por encima de todo, actualizado siempre a la última, pero solo a partir de versiones estables.
- Sin exceso de aplicaciones redundantes, con no más de cinco o seis por categoría (por ejemplo, reproductores de música hay cinco: Amarok, Cantata, Clementine, Juk y qmmp, si no se me ha escapado alguno).
- Sin soporte para aplicaciones de 32 bits. O sea olvida Skype, Steam, Wine o las tipografías de Microsoft, por poner ejemplos populares; o te lo compilas por tu cuenta, dependencias inclusive.
¿Cómo te has quedado? Tal vez, como me quedé yo cuando conocí a KaOS: lo primero me gustó, lo segundo lo comprendí y lo tercero, aun gustándome y comprendiéndolo por lo coherente y firme de la postura, marcó la raya roja. Solo por el último punto KaOS no es una opción para mí, porque ocasionalmente me gusta jugar y Steam me viene de perlas. Pero si tú no tiene ese vicio o algún otro que implique software de 32-bit…
* Esta entrada no pretende ser un análisis completo de la distribución, solo la experiencia y opinión de quien escribe.
Instalación
KaOS se ofrece en un único medio de instalación, un Live-DVD que se renueva de vez en cuando para actualizar los paquetes del sistema base y el propio instalador, al estilo de cualquier otra rolling release. Precisamente en la última ISO publicada en diciembre cambiaron el instalador que venían utilizando por Calamares, un nuevo desarrollo que aspira a solución universal, auspiciado por distribuciones como Netrunner, Manjaro y KaOS.
Sin embargo, no he podido probarlo en condiciones: instalé la imagen previa y apenas le he echado un vistazo vía máquina virtual a Calamares (vaya con el nombre…). Así que nada puedo contar del nuevo, nada voy a contar del viejo, que ya es cosa del pasado, salvo que es un proceso sencillo y rápido y que Calamares, parece, va en la misma dirección, estrenando soporte para UEFI y con XFS por defecto como sistema de archivos.
Lo que sí os puedo contar es el equipo en el que tengo KaOS instalada, para que cuando mencione temas de rendimiento, estabilidad y o compatibilidad a nadie le pille descolocado. Mi equipo no es otro que el Steel X de Mountain en su configuración por defecto, la recomendada por MuyLinux.
Primeros pasos
Si lo primero a lo que atendemos es al tiempo de arranque del equipo, solo puedo decir que impresionante… Perdón, quería decir IMPRESIONANTE. En serio que no he visto algo semejante y mira que han pasado distros por este ordenador. Pero lo de KaOS es de escándalo: 5 segundos. Ahí lo dejo.
Una vez en el escritorio me siento en casa, aunque al tema visual no le vendría mal un remozado. No es que sea feo, pero sí un poco soso -un monocorde gris plateado con foco azul- y meto en el saco a todo el conjunto artístico, porque tela con las carpetas. No es una valoración que importe porque habrá -lo hay- quien esté en desacuerdo con mi opinión y tampoco es que otras distros se luzcan en este apartado… Que visto así, comparando, casi prefiero la sobriedad de KaOS a la mayoría de lo que ronda, pero es una pena que con las posibilidades que ofrece KDE ninguna distro -exceptuando a ROSA- se atreva a darle un mínimo retoque a la configuración predeterminada, y aquí voy más allá del mero conjunto visual.
Por suerte, unos minutos bastan para dejar KDE al gusto del usuario más exigente y lo que sí hay que reconocerle a KaOS es que se nota cuidada en su presentación, guste más o menos el tema elegido. Lo que sí se podría mejorar es el suavizado de fuentes ofrecido por defecto.
Aplicaciones
La selección de software que viene de fábrica me ha gustado más. Primero, por incluir Homerun Kicker como menú por defecto, que es lo más eficiente a día de hoy; segundo por hacer lo mismo con SMPlayer como reproductor de vídeo. Hay un tercero, y es que en los repositorios oficiales, nada alérgicos al código privativo, me estaba esperando SpiderOak, donde tengo mi nube. Y un cuarto: KeePassX en su versión estable, no la beta que ya empiezan a empaquetar la mayoría de distros y no es de recibo. Bien por KaOS.
El resto de aplicaciones preinstaladas te las puedes imaginar…, o no: Calligra al frente de la ofimática, Clementine como reproductor de música, un tal Webcamoid que no conocía haciendo lo que su nombre indica y QupZilla como navegador web entre cosas más raras, como SeaFile o Yakuake -que no reemplaza a Konsole, lo “complementa”. En el caso del navegador, no hay duda de que es la mejor opción disponible en Qt y no es mala idea para ambientes controlados, en los que se accede a un número de páginas contado. Pero para surcar la World Wide Web y existiendo alternativas del nivel de Firefox y Chrome, va a ser que no.
Pasamos directamente a las Preferencias del sistema de KDE, donde KaOS integra algunos extras que merecen mención: un módulo de KDE Connect, listo para conectarse con tu Android; otro para systemd, si es que te apetece rascarle el ombligo a la bestia; o el cortafuegos, que ya es habitual en toda distro pro-KDE fuera de openSUSE, que permanece fiel a YaST. En este punto se puede afirmar que KaOS casi da la sensación de ser un sistema operativo completo.
La pena, la segunda que encuentro, es que siendo como es una distro tan pro-KDE, no se preocupe más de integrar elementos y aplicaciones que es evidente que la mayoría de usuarios va a utilizar. Me refiero, por ejemplo, a los diálogos nativos de Firefox y GIMP, como hace openSUSE. O a que la tipografía de Oxygen no esté incluida en los repositorios, pero sí la de Ubuntu. Se sienten como flecos sueltos.
Gestión de software
KaOS solo tiene tres repositorios oficiales (core, main y apps), de manera que la gestión de software se simplifica con respecto a otras distribuciones. A ello se le suma un competente gestor de paquetes gráfico en la forma de Octopi (Qt5), que bajó el capó corre con Pacman, el gestor de paquetes de Arch Linux. Rapidez asegurada. Y si KaOS es permisiva con el software privativo, también lo es con las killer apps no Qt más demandadas, comenzando por los navegadores Firefox y Chrome -que no Chromium, pero sí Opera- y siguiendo con otros ejemplos como LibreOffice, GIMP o Inkscape.
La postura de KaOS es inteligente, porque ningún usuario de KDE va a echar en falta los mejores reproductores multimedia o herramientas de escritorio básicas, léase editores de texto o gestores de imágenes. Lo que echará en falta es un navegador a la altura de la Internet de hoy, tal vez una suite ofimática más pulida y poco más.
¿Qué hacer cuando los repositorios oficiales se quedan cortos? Acudir a GitHub, a KaOS-Community-Packages, una suerte de AUR de Arch Linux en petit comité donde la comunidad sube sus aportaciones. De hecho, todo lo que me he encontrado ahí son adaptaciones de los precompilados de AUR, por lo que las probabilidades de crecimiento son inmensas si la distro continúa atrapando usuarios. Además, han simplificado la gestión de estos paquetes con KCP, un método elegantemente integrado en la distro, así que chapó. No es tan bonito, no. Hay aplicaciones que no están convenientemente mantenidas y su instalación es imposible por problemas de dependencias. Como en AUR, vamos.
Dicho lo cual, recomiendo revisar, antes de instalar desde KaOS-Community-Packages, aunque se supone es un sitio atendido y es difícil colarla con un PKGBUILD. Y prepárate a sufrir Vim.
Terminando con el apartado software, KaOS tiene sobre los dos mil paquetes, que puede parecer una ridiculez en comparación con otras distribuciones, pero que para un uso corriente está sobrado, siempre que no necesites o quieras justo eso que no está. Personalmente he estado cubierto, a excepción del tema de Steam. Aun así, a la larga posiblemente sí echara de menos probar alguna aplicación y a pesar de lo nutrido de sus repositorios y del ascendente KaOS-Community-Packages, ésta no es una distro que aspire a engordar cual vaca y lo dejan claro desde el primer instante.
Rendimiento y estabilidad
En cuanto al rendimiento, voy a reconocer que KaOS llama la atención. Arranca como una bala y sin embargo no pasa lo mismo con las aplicaciones, que se demoran un segundo o más en dibujarse en pantalla. Esto no me había pasado con esta máquina nunca y a lo mejor suena a chiste que alguien se queje por un segundo, pero cuando no estás acostumbrado a esperar ese segundo de más, lo notas. Dejando a un lado este detalle, el rendimiento en general es correcto, algo debido al hardware, sí, pero después de machacar varias distros, el sistema también se nota.
En la captura sobre estas líneas -la única que sale de mi escritorio, y no de máquina virtual- estoy escribiendo estas líneas en Kate, valga la redundancia; editando un par de imágenes con GIMP; escuchando mi colección musical con Clementine y varias cosas más, y más de un tercio de la RAM se lo está chupando Firefox con más de 20 extensiones y unas 20 pestañas abiertas. Voy a fuego lento ahora, pero le he metido mucha más caña y ha respondido casi siempre. Y sin partición para la swap, que no viene a cuento el porqué, pero se la quité.
Con todo, he experimentado con KaOS fallos que muy raramente he tenido con otras distribuciones. Hasta la llegada de una actualización de los controladores de vídeo, no sabría decir si a finales de año o a principios, las aplicaciones GTK presentaban continuos errores visuales más molestos que dañinos, que en ningún caso me hacían gracia. Tiene delito porque hablamos de una Intel HD 4600 que goza de gran soporte, con la que no tuvo problemas ni con Trisquel -en otra máquina; aunque ahí era todo GTK.
Algo que no he comentado y que hila con lo anterior es que KaOS dispone de tres versiones del kernel Linux: la por defecto, que en estos momentos es la 3.17, lanzada en octubre; una “linux-next” con la 3.18, lanzada en diciembre y para quienes sin salirse de las versiones estables buscan el rolling release al cien por cien; y “linux-lts”, para los más precavidos. Yo he funcionado con la predeterminada.
Otro problema con el que me encontré fue el poner Firefox en español. No había forma: ni instalando el paquete de idioma, configurando el sistema, configurando Firefox por las buenas o por las malas… Tuve que instalar el paquete a mano.
No obstante, decía que he experimentado fallos con KaOS que muy raramente he tenido con otras distribuciones y me refería, aparte, a varios cuelgues de lo más feo, en los que se congelaba el escritorio, se inutilizaba el teclado y hasta ahí llegaba la historia: reinicio forzoso al canto. Que me explote la sesión gráfica de manera puntual lo puedo llegar a comprender, especialmente cuando voy saltando de flor en flor sin miramientos por la estabilidad; que se me quede seco el equipo cual kernel panic sin serlo, ni de coña. Punto negativo.
No ha sido lo único, desafortunadamente. Cada vez que cierro sesión solo el panel o paneles conservan mi configuración personalizada, mientras que la imagen de fondo y la disposición de elementos del escritorio vuelve a su estado por defecto. Un coñazo en toda regla que a lo mejor podría haber resuelto creando un nuevo usuario, pero no me parece de aceptable. La guinda del pastel la ha puesto la última actualización, que no se puede aplicar por un conflicto de archivos por el que ya no me voy a preocupar, porque con este artículo le digo adiós a KaOS (no por estos “malos rollos”, ojo, solo he estado probando la distro, no instalándome en ella).
Si eres un enamorado de KaOS y te estás rasgando las vestiduras, relax: no acuso a la distro de inestabilidad total. Lo cierto es que la mayor parte del tiempo se ha mostrado tan estable como cualquiera de las distros mayoritarias y las congelaciones y los errores gráficos han desparecido, aunque tardaron en hacerlo. Sin embargo, todo hay que apuntarlo y haber sufrido tres o cuatro fallos fatales en dos meses no es normal.
Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Es KaOS una distro estable o inestable? ¿Tiene buen o mal rendimiento? Son cuestiones que tienen por protagonista, además de a KaOS, al hardware que ésta gobierne, tanto por el rendimiento como por la compatibilidad. Y luego está aquello de que cada máquina es un mundo. En definitiva, no es este un aspecto crítico a resaltar y lo digo incluso con los problemas que he tenido: te bajas la ISO, que es gratis, pruebas y compruebas. A lo que deberías prestar atención, si es que KaOS te interesa, es a los fundamentos de la distribución, porque son concisos y no parece que vayan a cambiar.
Conclusiones
Cerramos como hemos abierto y es respondiendo a la pregunta de si el “éxito” de KaOS es merecido o no…, y tiene truco el asunto: KaOS, con sus luces y sombras, es un proyecto que al frente tiene una única desarrolladora, Anke Boersma, que dejó Chakra para hacer realidad su visión de un sistema operativo moderno. Y lo ha hecho. ¿Tiene eso mérito? Mucho, en mi opinión.
La otra cara de la moneda es el éxito y no es fácil de contestar por lo de siempre: medir los usuarios de Linux es imposible. Si nos guiamos por la encuesta de MuyLinux, quedó en un puesto nada despreciable para una “novata”; si nos guiamos por Distrowatch, está en la posición 27, por encima de distribuciones como Xubuntu, Kubuntu o la propia Chakra, y subiendo.
Cabe señalar que la acogida de KaOS en el ámbito hispano se debe en buena parte a la labor de un veterano linuxero que le pone mucha pasión a todo lo que hace, Yoyo Fernández de Deb Linux, y que sin el interés que él ha ido generando entre los usuarios muy probablemente este artículo no se hubiera dado.
En lo que respecta a mi veredicto final, no, no te recomiendo KaOS como sistema de escritorio, como sí te recomiendo openSUSE o Kubuntu si es que quieres disfrutar de los mejores representantes que tiene KDE en GNU/Linux. Pero si lo que has leído te ha sido sugerente, y recalco los términos KDE, Qt, rolling release y disponibilidad de software finita pero cuidada, te animo a darle una oportunidad: pruébala, porque tal vez se amolde mejor a ti de lo que lo ha hecho conmigo. Por si acaso, échale un vistazo a la FAQ (en español), donde dan cuenta de varios detalles que te pueden interesar.